La realidad del paro en nuestro país no deja lugar a muchas esperanzas. Con más de 5,2 millones de desempleados, encontrar un trabajo se ha convertido en una misión casi imposible, especialmente cuando hablamos de la población juvenil. Un panorama sombrío que obliga a muchos a probar suerte más allá de nuestras fronteras.
Sólo desde el inicio de la crisis, más de 23.000 trabajadores han abandonado Castilla y León en busca de un empleo en otros países. La mayoría de ellos tienen entre 25 y 35 años, y una gran preparación. Sin embargo, no todos los que se marchan, pueden trabajar en algo relacionado con su formación.