Es uno de los platos más célebres de la comida italiana. Hasta ahora necesitábamos un complejo proceso de elaboración para degustarla, bien en nuestras cocinas o en restaurantes, comprarla congelada o llamar a un repartido que nos la traiga.
Esta máquina pretende competir con todas esta opciones. Se llama Let’s Pizza y en apariencia es una expendedora al uso como las de refrescos o aperitivos, pero es al mismo tiempo cocina y repartidor. Esto es lo que ocurre en su interior en apenas dos minutos y medio: fabrica la masa con agua y harina, prepara los ingredientes entre una variedad de hasta 200 tipos y lo hornea todo. El resultado: una pizza casi instantánea y dicen que completamente natural.
Las máquinas están conectadas las 24 horas a internet para que la empresa pueda reponer los ingredientes en cuanto se acaben, siempre con productos frescos. Let’s Pizza ya ha llegado a varios países, entre ellos España, aunque de momento sólo hay una máquina en Barcelona.
No es el único fabricante que traslada las cocinas a las expendedoras. En Tokio se pueden encontrar unas que hacen patatas fritas al momento, y en Nueva York de comida Kosher, es decir, para judíos practicantes.