TRADICIONES | ARTURO CANTERA

Arturo Cantera toma el báculo y la mitra por un día para ser el 'Obispillo' de Palencia

  • Montado en su caballo blanco, se dirigió al Ayuntamiento en procesión
  • Pronunció un discurso reivindicativo en nombre de la población infantil

ICAL / Palencia

El niño de nueve años Arturo Cantera Álvarez, alumno de 4º de Educación Primaria en el colegio Sofía Tartilán, ha tomado posesión del báculo y la mitra por un día y se convirtió en el ‘Obispillo’ de Palencia, en una tradición recuperada el pasado año por el Cabildo de la Catedral, el Ayuntamiento y la Escolanía de los Niños del Coro de la Seo palentina.

Tras ser investido, el ‘Obispillo’ paseó por la ciudad con los hábitos episcopales y capilla pluvial en un caballo blanco lanzando caramelos. El resto del séquito lo integraron sus compañeros cantores ataviados con capelina roja y blanca, además de dulzaineros y danzantes. La tradición dice que el cargo de ‘Obispillo’ debe recaer en un niño que hiciera la comunión el año anterior, de entre ocho y diez años.

La fiesta se basa un texto que recoge que -basándose en el canto del ‘Magnificat’ dedicado a la Virgen- los canónigos decidían aplicar una especie de cura de humildad meditando sobre su poder y concediendo a un niño el cargo de prelado, además de vestirlo como corresponde. A partir de las 11.30 de la mañana en la Catedral, el responsable de la diócesis –en este caso el vicario general al pasar fuera unos días de vacaciones el titular Esteban Escudero- ocupó junto a los canónigos el sitial con traje coral. Allí entregó al ‘Obispillo’ el báculo y la mitra, tras lo cual procedió al rezo de la denominada sexta y pronunció unas palabras ante las autoridades religiosas presentes.

Con posterioridad, el mitrado titular de la Diócesis y los integrantes del Cabildo catedralicio dejaron sus sitiales y el niño prelado por un día ocupó la Cátedra Episcopal leyendo un sermón y una oración final. En su intervención, el niño Arturo Cantera, explicó: “Con permiso de Don Esteban, nuestro querido señor Obispo, que está en Valencia celebrando su santo y descansando un poquito que bien se lo merece, un año más estamos celebrando esta fiesta del ‘Obispillo’”.

“Tengo que dejar claro desde el principio que yo no soy un ‘Obispillo’ cualquiera, ni por supuesto vengo a suplantar por golpe de estado provisional, a ningún Obispo de la actual Conferencia Episcopal Española sino que estoy representando y vengo en nombre de un Obispo que fue santo y se llama San Nicolás”, agregó. Al respecto recordó que el santo es el origen antiquísimo de la fiesta que también se celebra en Alemania, Holanda, Gran Bretaña y algunos lugares de España. “San Nicolás traía los regalos a los niños por Navidad el 6 de diciembre”, expuso.

Procesión a caballo

Tras su pregón, el ‘Obispillo’ cantó un villancico navideño con sus compañeros de la Escolanía, que asumieron desde ese momento junto a él todo el protagonismo de la celebración religiosa, además de entonar el ‘Te Deum’ de acción de gracias. Después de este acto se rezaron unas preces y los Niños de Coro y el ‘Obispillo’ salieron a la plaza de la Inmaculada. El niño de nueve años, montado en su caballo blanco, se dirigió al Ayuntamiento en procesión por las calles de la ciudad, al mismo tiempo que sus acompañantes repartieron caramelos a los niños que encontraron en su camino.

En el Consistorio fue recibido por el alcalde, Helidoro Gallego, y el ‘Obispillo’ pronunció un discurso con tintes reivindicativos en nombre de la población infantil y el regidor respondió a sus peticiones. Con posterioridad se bajó al Portal de Belén instalado en la Plaza Mayor y los ‘Niños de Coro’ –de entre 8 y 16 años- cantaron villancicos mientras el ‘Obispillo’ repartió cientos de caramelos entre los menores presentes.