La temporada de cangrejos de río de este año presenta novedades con respecto a años anteriores. Son muchos los clientes que están reduciendo sus compras ante el rumo de que los cangrejos se ofertan ya muertos. Sin embargo, no es así.
Sólo los cangrejos de los ríos de Castilla y León han de salir muertos de los cotos de pesca. Son esos precisamente los que no se pueden vender, pues sólo están destinados al autoconsumo. En cambio, los de piscifactoría sí pueden comercializarse vivos, y son precisamente estos los que se ofrecen en la mayoría de los establecimientos.
Los pescaderos insten en que, si esa normativa se aplicase también a los cangrejos que ellos venden, el consumo decrecería de forma radical. La mayoría de los consumidores no está dispuesta a adquirir este producto muerto; ni siquiera con las garantías aportadas por un certificado de tiempo desde su pesca y muerte.
Y es que, como reza el tradicional dicho, "donde esté el vivo, que se quite el muerto".