Se abre la puerta y ante nuestros ojos una impresionante sala de barricas. Les mostramos una de las 68 bodegas que forman parte de la ruta del vino Ribera del Duero. Una iniciativa que cada año ve a aumentar sus enoturistas en visitas como esta. A escasos kilómetros encontramos otra de las actividades más demandada: recorrer las bodegas subterráneas de Aranda de Duero. Declaradas bien de interés cultural, estas bodegas del siglo XII esconden leyendas e historias que atraen al turista.
Visitar bodegas no es la única opción. Hay más de 200 actividades donde escoger tal y como nos explica el Presidente de la ruta del vino de Ribera del Duero, Miguel Angel Gallego.
Una ruta en la que no solo se puede saborear el vino sino también nuestro patrimonio cultural. Porque la Ribera del Duero recorre 4 provincias y más de 90 pueblos.