No sólo al ciudadano de a pie le afecta la subida de la luz. También a las empresas y aún más si cabe si tenemos en cuenta el importe que pagan y lo que se podrían ahorrar si tuvieran en cuenta diferentes factores.
Una empresa media puede llegar a pagar hasta cuatro mil euros al mes en energía eléctrica. Pero puede gastar un 40% menos si busca la tarifa más adecuada, si optimiza el consumo, o si utiliza los sistemas que más le conviene.
Sistemas que no tienen por qué ser los mismos en todas las empresas. A la hora de elegir el más adecuado (biomasa, aerotermia, geotermia...) existen muchos factores. Hay que tener en cuenta el tamaño, la actividad que la empresa realiza o incluso su ubicación.
Lo que está claro es que un ahorro en la factura puede revertir positivamente en la empresa. Ya no sólo a nivel económico. También a la hora de invertir en su propia eficiencia.