España se sitúa por encima de la media europea en el número de trabajadores autónomos. En los últimos años, la crisis ha hecho que trabajar por cuenta propia sea una alternativa cada vez más extendida. Una opción que también se multiplica es hacerlo bajo el paraguas de una franquicia.
60.000 euros es la inversión media para arrancar en un sector que factura en Castilla y León 600 millones de euros, con más de 9000 empleados y cerca de 2000 establecimientos.
La franquicia ofrece apoyo y actúa como proveedora. Las posibilidades son muchas y algunas incluyen un porcentaje de las ventas. Por eso, antes de decidirse, hay que echar muchos números.
Dos años es el tiempo medio que se tarda en recuperar la inversión inicial de un sector que en plena crisis no ha dejado de crecer.