Alberto Tapia / rtvcyl.es
El clima revolucionario de los países del Norte de África se ha extendido a Oriente Medio. El éxito de las revueltas populares de Túnez y Egipto ha provocado un efecto dominó en el mundo árabe, cuyos focos de atención se centran ahora en Argelia, Yemen, Marruecos, Palestina e Irán.
En la capital de este último país, en Teherán, cientos de personas se han echado a las calles para secundar una protesta convocada por la oposición iraní. Teherán se ha despertado entre gritos contra el Gobierno y a favor de los alzamientos pro democráticos en Egipto y Túnez.
Al igual que en estos países, la primera manifestación ya ha dejado varios heridos y una persona muerta por arma de fuego. Las Fuerzas de Seguridad han detenido a decenas de personas y han empleado gases lacrimógenos para evitar que los manifestantes se congreguen en la emblemática avenida de la Revolución y en la histórica plaza de la Libertad, en el centro de la capital, símbolos libertarios como en El Cairo.
Las manifestaciones han sido convocadas por los dos candidatos que fueron derrotados en los polémicos comicios presidenciales de junio de 2009, en los que resultó reelegido el presidente, Mahmud Ahmadineyad, y cuyo resultado la oposición reformista calificó de fraudulento. Ahora, varios diputados iraníes han instado a los tribunales del país a que condenen a muerte a los líderes opositores que han fomentado estos disturbios.