Las industrias de los aperitivos y las conservas se asfixian. No es fácil trasladar el encarecimiento del aceite, una de sus materias primas, al precio final del producto. Algunas empresas ya han puesto sobre la mesa un cierre inminente de sus factorías.

Estas patatas fritas sorianas necesitan aceite. Es su principal materia prima y llega desde Ucrania.  Cada semana, en Aperitivos Añavieja utilizan 2.000 litros de aceite de girasol, pero también dos mil de oliva. Y esto se traduce en una subida en sus costes de fabricación, a lo que se suma el precio del gas, del transporte o el embalaje.

Lo mismo ocurre en las empresas de conserva, donde las alternativas se reducen. Plantean traer aceite desde Argentina o Bolivia, pero supone un cambio de legislación y a día de hoy hay una barrera técnica en la Unión Europa que lo impide. También tenido que asumir el encarecimiento de otros productos como el de frascos de cristal, el aluminio o el cartón. La situación se agrava cada día y las desde las Asociaciones piden que se actúe cuanto antes.

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