La acuarela engancha, eso dicen los que la practican. Es una técnica muy compleja y que casi da a partes iguales chascos y alegrías. Este fin de semana se han reunido acuarelistas de toda Castilla y León en torno a un paisaje, el río Duero a su paso por la localidad vallisoletana de Quintanilla de Arriba. Y han tenido una invitada que no esperaban: la niebla, por lo que en muchos casos han tirado de imaginación para componer sus obras.