El Ramadán es el mes más importante para los musulmanes. No pueden comer ni beber desde que sale hasta que se pone el sol. Un ayuno que los deportistas de Castilla y León compaginan con la práctica de sus modalidades deportivas. Todos coinciden en que la sed es lo que más les afecta.

"Se hace duro cuando hace mucho calor", reconoce Yacine Oualidouche, jugador del CD Don Bosco (Valladolid). "Lo que peor llevo es aguantar sin beber agua mientras estoy entrenando", añade Fátima Koudia, jugadora del Aula Cultural.

Es falta de hidratación es la que, a la postre, más efectos negativos puede provocar. "Golpes de calor, mareos, desmayos, mayor incidencia de lesiones...", enumera Guillermo Casas, nutricionista.

No obstante, ellos lo ven de otra forma. "Se disfruta muchísimo, aunque no lo parezca desde fuera", apunta Mohamed Reda Herradi Ouachen. "Es como la Navidad para los cristianos", explica Taha Messouab Ait Baali.

Durante este periodo de tiempo cuentan con el apoyo y con la comprensión de sus compañeros. "Hacen muchas preguntas al principio: qué podéis hacer, qué no, pero lo entienden".