Miguel Delibes fue un escritor comprometido con su tierra y con la naturaleza. Muchos le consideran el primer ecologista de España por sus advertencias sobre los efectos del hombre en el medio natural. Delibes sorprendió con su discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua. En 1975 el escritor vallisoletano se convertía en uno de los primeros intelectuales en alertar sobre cómo el progreso de la humanidad nos avocaba a destruir el medio ambiente.
En "El sentido del progreso desde mi obra", Delibes dijo: "Porque si la aventura del progreso, tal como hasta el día la hemos entendido, ha de traducirse inexorablemente, en un aumento de la violencia y la incomunicación; de la autocracia y la desconfianza; de la injusticia y la prostitución de la naturaleza; del sentimiento competitivo y del refinamiento de la tortura; de la explotación del hombre por el hombre y la exaltación del dinero, en ese caso, yo, gritaría ahora mismo, con el protagonista de una conocida canción americana: "¡Que paren la Tierra, quiero apearme!".
Este discurso, innovador para un escritor y para una ingreso en la RAE, fue un aldabonazo para toda una generación de nuestro país. Hemos hablado con el profesor de Biología de la Universidad de Salamanca Miguel Lizana. Propuso a Miguel Delibes como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Salamanca, pero no solo por su legado literario: "No se le había dado nunca un reconocimiento por su labor en defensa del medio ambiente". Fue la primera universidad en galardonar al escritor vallisoletano por su labor como conservacionista. Lizana explica como Delibes, junto a Félix Rodríguez de la Fuente y José Antonio Valderde. "Los tres denunciaron la situación en la que estábamos en España y para mucha gente fueron el punto de partida del cambio".
Décadas después su mensaje sigue vigente. En 2005 actualizó aquel discurso en una conversación con su hijo en el libro "La Tierra herida". Por eso, la relevancia de Delibes va mucho más allá del genial escritor que hoy hubiera cumplido 100 años.