Alejandro Fernández lleva 40 años produciendo Pesquera, su marca emblema que hoy está en las cartas de vino de restaurantes de todo el mundo. Por su dedicación y por ser impulsor de la Denominación de Origen Ribera del Duero este bodeguero de 84 años recibirá próximamente la Medalla de Oro al mérito en el trabajo.
'Recuerdo con mucho cariño el primer vino que salió de un lagar que aún está en la bodega y que de vez en cuando pone a funcionar', recuerda. Fue un Tinto Pesquera de 1975 y de esas botellas aún guarda algunas en su bodega.
Desde entonces han pasado 40 años, han salido muchas añadas, no sólo de la bodega que el empresario tiene en Pesquera. Hoy es el dueño de cuatro bodegas, de diferentes marcas. Y todo eso según reconoce, es gracias al trabajo de todos estos años. Por eso, le emociona mucho que el Ministerio de Trabajo le conceda esta medalla. 'Como es lo que he hecho en mi vida es trabajar casi no me lo creo con eso me emocio, me emociono', dice.
Reconoce que ha trabajado duro y que le debe mucho a su familia: 'Yo la mitad de lo que tengo se lo debo a mi mujer, me emociona, y a mis hijas'
Ha abierto botellas en medio mundo. Siempre viajaba con una caja bajo el brazo porque el creía mucho en sus vinos. Los comienzos difíciles no le impidieron nunca perder la sonrisa y el ánimo. El éxito, dice, que es creer en lo que haces, y el cree sobre todas las cosas en el vino. Añade que 'el vino si está bien hecho da alegría, cantas, puedes bailar, no duele nunca la cabeza con mis vinos no duele nunca la cabeza'.
Su historia está repleta de superación y esfuerzo, de perseverancia. Cree firmemente que si luchas por tu sueño lo acabas consiguiendo: ' La única forma de hacer hombres grandes es comenzar de joven y que tengas una ilusión nunca la dejes pasar, sigue hacia delante siempre, eso es lo que he hecho yo'.
Es un hombre incansable que siempre está rodeado de amigos. Con los que canta, celebra y brinda, siempre con uno de sus vinos.