En esta segunda quincena de agosto se han empezado a abonar las primeras ayudas del Gobierno para autónomos y empresas afectadas por la pandemia. Son las más cuantiosas y están destinadas a que recuperen su solvencia, que reduzcan su deuda. Cada comunidad autónoma adaptó las actividades económicas que podrían solicitarlas.
En Castilla y León se han registrado 10.972 solicitudes, y más de 500 han sido concedidas con una cuantía media de 25.394 euros. Nuestra comunidad contará con 230 millones de euros, pero de momento solo se han resuelto 12. Para que lleguen a más beneficiarios, la Junta ha prorrogado hasta el 15 de septiembre el plazo para solicitarlas, pueden hacerlo empresas y autónomos de 570 actividades económicas.
De los 230 millones destinados a estas ayudas, solo se han resuelto 12 millones, de momento. Algo que está ocurriendo en todas las Comunidades Autónomas. La Junta teme que unos criterios demasiado estrictos por parte del Gobierno dejen dinero sin repartir. "Deben cumplir haber reducido su cifra de negocio un 30 por ciento y tener deudas pendientes. Tenemos muchos autónomos que han echado manos de sus ahorros y ahora están excluidos de estas ayudas. Hemos pedido a la Vicepresidenta Económica, Nadia Calviño, que el Gobierno rectifique y flexibilice estos criterios para llegar a más gente", asegura Carlos Fernández Carriedo, consejero de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León.