Los ministros de Economía de la eurozona y el Banco Central Europeo (BCE) no han logrado este lunes acercar posturas sobre el segundo rescate para Grecia y, en particular, sobre la contribución de la banca privada, y han aplazado el acuerdo para septiembre, lo que podría agravar las turbulencias en los mercados.
Alemania y Países Bajos han insistido en que la participación del sector privado constituye una "precondición" para el segundo rescate y debe ser sustancial aunque las agencias de 'rating' la consideren impago. Por su parte, el BCE "ha confirmado su posición de que hay que evitar cualquier impago selectivo o evento de crédito" que desencadene los seguros contra el impago de la deuda (CDS, por sus siglas en inglés), según consta en el comunicado final.
El BCE y algunos países como España consideran que cualquier declaración de impago agravará el riesgo de contagio de la crisis a otros países de la eurozona.
No obstante, por primera vez el Eurogrupo no descarta explícitamente en su comunicado final un impago selectivo de Grecia.
Ante la falta de acuerdo, los ministros han encargado a un grupo de trabajo que "explore las modalidades de financiación del nuevo programa multianual, pasos para reducir el coste del servicio de la deuda y medidas para mejorar la sostenibilidad de la deuda pública de Grecia", pero no han precisado instrumentos ni plazos.
Asimismo, han celebrado las propuestas del sector privado para contribuir voluntariamente al segundo rescate, sin entrar en más detalles.
Los países de la eurozona han reiterado su "compromiso absoluto de salvaguardar la estabilidad financiera de la eurozona". "Para ello, los ministros están dispuestos a adoptar más medidas que mejoren la capacidad sistémica de la eurozona para resistir el riesgo de contagio, incluyendo reforzar la flexibilidad y el alcance" del fondo de rescate, "alargar los vencimientos de los préstamos y reducir los tipos de interés" a Grecia, Irlanda y Portugal, según la declaración.
No obstante, tampoco en este aspecto han concretado las medidas que adoptarán y han reclamado que se les presenten propuestas "en breve". La UE ya ha rebajado los tipos a Grecia y Portugal y ha ampliado los plazos para Atenas. Las nuevas mejoras estarían condicionadas, por exigencia de Finlandia, a que estos países aporten garantías, según ha dicho el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
"No se puede decir que no haya nada nuevo en esta declaración", ha dicho el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, al término del encuentro. Pero tampoco ha querido comprometerse sobre el calendario. "En breve quiere decir lo antes posible", ha señalado.
En este sentido, Juncker ha admitido que una de las opciones que se contempla es que el fondo de rescate se utilice para prestar dinero a Grecia para recomprar su deuda a precios de descuento en el mercado secundario y ha dicho que la prioridad es que "la deuda griega sea más sostenible".
Plan anticontagio
El presidente del Eurogrupo ha dicho que el objetivo de estas medidas es evitar el contagio de la crisis griega a Italia y España. "Somos plenamente conscientes de que Italia y otros países están en el foco de los mercados financieros", ha dicho Juncker al ser preguntado por los problemas de la deuda española e italiana.
"Estos instrumentos están concebidos para evitar el contagio en la zona euro", ha asegurado el presidente del Eurogrupo. "Es un programa contra el contagio", ha remachado.