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Ya en el siglo XIV había constancia en Almazán de la presencia de alfareros sefardíes en la villa. Con el paso de los siglos, llegaron a contarse hasta una veintena de hornos que terminaron ubicándose fuera de la muralla, junto a la actual Puerta del Mercado.
A raíz de las excavaciones arqueológicas en esta parte de la localidad, se han encontrado decenas de piezas de platos y vasijas. Datan de los siglos XVII y XVIII. Ahora el ceramista Néstor Pablo se ha encargado de replicarlas. Los colores vivos o los detalles de las palmas en el centro revelan que estos alfareros bebieron del estilo de la cerámica de Talavera.
En la localidad, además, hay vecinos que aún conservan recetas tradicionales sefardíes, como las acelgas encochadas o los fornigos de ternera y garbanzos. Quién sabe si con el tiempo podremos degustar en los restaurantes de Almazán un menú sefarad.