Victoria histórica del Partido Popular y un batacazo sin precedentes de los socialistas, a los que la formación de Mariano Rajoy ha aventajado en más de dos millones de votos y les ha arrebatado algunas de sus baronías, como Castilla-La Mancha. Vuelco del mapa autonómico y municipal, sobre todo en Andalucía, donde desde anoche todas las capitales están en manos del PP.
Había en disputa 13 gobiernos autonómicos. En una victoria electoral sin precedentes, el Partido Popular se ha hecho con 11 gracias a casi 8.300.000 votos frente a los 6.141.000 del Partido Socialista. Dos millones de diferencia y diez puntos porcentuales en una debacle histórica de la formación de Rodríguez Zapatero que tiñe de azul la geografía política regional, incluso en enclaves históricos socialistas como Castilla La Mancha, donde Cospedal ha vencido a Barreda. Los populares también suben al poder en Baleares, donde gobernará el Bouzá, y en Cantabria, donde fuerzan la despedida de Revilla
Además, han sido los más votados en Extremadura, Aragón y Canarias, aunque en estas tres podría quedarse fuera del Gobierno en función del juego de coaliciones. En Asturias Francisco Álvarez Cascos se ha saltado el bipartidismo y se ha convertido en la primera fuerza política, por delante de populares y socialistas. Por si fuera poco con la sangría autonómica, el PSOE ha perdido también sus dos mayores ayuntamientos: el de Sevilla y el de Barcelona.