En el centro de día Geriasol han perdido practicamente a la mitad de sus usuarios. A pesar del estricto protocolo de seguridad, las familias tienen miedo. Aquí ejercitan cuerpo y mente sin olvidar el ritual del lavado de manos, toma de temperatura, saturación e incluso, la realización cada cierto tiempo de test rápidos. Los centros de día de titularidad pública todavía permanecen cerrados, los de mayores también.
Adela lleva 8 años al frente de la Federación de Jubilados de Valladolid. Han vuelto a poner en marcha talleres de envejecimiento activo en 40 pueblos.
Porque la socialización es una necesidad básica del ser humano. Ellas, a pesar del coronavirus, han decidido volver a disfrutar del ocio y de la distracción.