El ejecutivo comunitario ha alzado la voz. Tarde, según algunos, pero la comisaria de justicia ha reaccionado con dureza frente a la deportación de gitanos llevada a cabo por el Gobierno de Sarkozy.
Viviane Reding calificó de “vegüenza” el comportamiento de Francia y advirtió: “mi paciencia se está acabando, basta ya”. “Ésta es una situación que pensé que Europa no volvería a ver después de la segunda guerra mundial”.
Además aseguró que ningún estado miembro puede esperar un tratamiento especial cuando los valores fundamentales y las leyes europeas están en juego.
Unas acusaciones que el Gobierno francés ha calificado de exageradas e insultantes.
La comisaria de justicia se basa en una circular emitida por el ministerio del interior el pasado mes de agosto, en la que ordenaba a la policía desmantelar los campamentos de inmigrantes ilegales, priorizando los de los gitanos rumanos.
La Comisión Europea, tiene dos semanas de margen para elaborar su dictamen. De no ser acatado por París, el ejecutivo comunitario podría presentar una denuncia ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo.