En el campo cada año es nuevo y nunca sabes lo que puede pasar. Así de rotundo se muestra Rafael, un agricultor salmantino que no tiene miedo a los cambios.
En su explotación la parte dedicada al regadío estaba destinada a los cultivos de maíz y de patata, sin embargo, esta campaña y, debido al contexto que rodea a la agricultura, decidió apostar por un cultivo nuevo: la soja.
Antes de apostar por ella pensó en la maquinaria que necesitaba para sacarla adelante, al ver que con el material que tenía era más que suficiente se lanzó con su siembra. Previo a implantar el cultivo en el campo, firmó un contrato en el que se aseguraba que el cultivo sería rentable.
La siembra la realizó en el mes de mayo, el turno de la recolección llegará a finales del mes de octubre.
De momento afirma que el estado del cultivo es muy bueno y que su experiencia está siendo buena. No obstante, remarca que si el año no termina bien, le habrá servido para aprender y saber lo que no tiene que hacer con el cultivo.