2021 iba a ser sinónimo de bonanza y alegría en el Camino de Santiago. Un Año Jacobeo arrastra a miles de peregrinos en su travesía hacia Galicia, pero la pandemia lleva dos años desdibujando la ruta de las estrellas. En los últimos meses se van animando más caminantes, pero todavía estamos lejos de lo que debería ser un año Santo.
Quienes viven de su llegada lo notan en sus negocios. Hay centenares de localidades que dependen de los peregrinos que las cruzan. Los albergues no consiguen remontar, hay muchos cerrados y los que quedan lidian con restricciones en el aforo que llegan a ahogar. También se siente en los comercios: sin peregrinos han reducido sus ingresos.
Pero quienes lo agradecen son los peregrinos. Este verano no se están viviendo masificaciones, y aunque tienen que reservar en los alojamientos para asegurarse la plaza, precisamente por las restricciones de aforo o el cierre de muchos de los albergues, aseguran disfrutar de la tranquilidad.
Castilla y León está atravesada por 12 rutas del Camino de Santiago. Y del trazado francés, el más conocido, nuestra comunidad supone casi la mitad de toda la travesía.