Bajo la vigilancia de guardias armados y con una pulsera de seguridad en el tobillo, el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn se instaló este viernes en un domicilio temporal en la avenida de Broadway, en Nueva York, aunque en la zona menos glamourosa de esta calle del barrio de Manhattan.

La vivienda se encuentra cerca de Wall Street y de la Zona Cero, donde estaban las Torres Gemelas, dentro del llamado 'anillo de acero' de la ciudad, que cuenta con cámaras de vigilancia y una mayor presencia policial.

Strauss-Kahn, acusado de haber intentado violar a una empleada de un hotel de Nueva York el sábado pasado, fue puesto en libertad bajo fianza el viernes, después de pasar cuatro noches en una celda de 3 por 4 metros en la prisión de Rikers Island, donde le mantuvieron vigilado para que no intentase suicidarse.

El antiguo director del FMI ha rechazado los cargos que se le imputan y ha dicho que luchará por limpiar su nombre. Deberá comparecer en una audiencia el próximo 6 de junio, cuando responderá formalmente a los cargos, aunque el juicio podría tardar un mínimo de seis meses en comenzar. Si le declaran culpable, podrían condenarle a un máximo de 25 años de cárcel.

Strauss-Kahn paga a una empresa de seguridad privada para que proteja la casa las 24 horas del día y le mantenga bajo vigilancia electrónica para cumplir así las condiciones de su libertad bajo fianza. Los fiscales calculan que el coste de estas medidas de seguridad es de unos 200.000 dólares mensuales.

Strauss-Kahn sólo puede salir de su domicilio para moverse dentro de Manhattan cuando deba presentarse ante el tribunal, reunirse con sus abogados, acudir a citas con su médico y asistir a un servicio religioso semanal.

Mientras, su esposa, la periodista Anne Sinclair, y sus abogados están intentando encontrar otra vivienda que alquilar. Al parecer, Sinclair habría alquilado un piso de lujo en el Upper East Side de Manhattan.