Felipe VI ha inaugurado la XV Legislatura en el Congreso de los Diputados defendiendo los valores de la Constitución. "Reivindicar el profundo significado de aquel pacto entre españoles que está en el origen de nuestra democracia no es en absoluto mirar atrás con nostalgia", ha señalado en su discurso. "Debemos honrar su espíritu, respetarla y cumplirla, para hacer efectiva la definición de España como un Estado Social y Democrático de Derecho".
El Rey ha instado a diputados y senadores a trabajar por la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político, como se recoge en la Carta Magna "unos valores que no están anclados en el pasado y que deben proyectarse permanentemente hacia el futuro". "La obligación de todas las instituciones es legar a los españoles una España sólida y unida, sin divisiones ni enfrentamientos", ha añadido.
Lo ha hecho en un acto solemne en el que ha estado acompañado por la Reina Letizia y la Princesa Leonor, en la que ha sido la primera visita de la heredera al Congreso después de la jura de la Constitución.
Antes del discurso del Rey, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha recordado el espíritu de diálogo de las Cortes de León de 1188. "Aquella esencia transformadora debe seguir siendo nuestro faro, porque ahora que vemos tantas democracias erosionadas por el empeño de algunos, tenemos que esforzarnos por conservar la nuestra intacta", ha señalado.
Armengol también ha reivindicado varias leyes aprobadas en democracia, la mayoría impulsadas por ejecutivos socialistas, lo que ha provocado que los diputados del PP y VOX no hayan aplaudido el discurso de la presidenta del Congreso.
“Simplemente se comporta como una diputada de un partido, no merece el aplauso”, ha justificado el presidente del PP Alberto Núñez Feijóo, cuando abandonaba el Congreso. "Hemos estado respetuosos, pero aplaudir esta provocación nos parece absolutamente inadecuado", señala.
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