Realizar trasplantes de órganos sin necesidad de donantes. Ese es el reto del primer laboratorio mundial para la creación de órganos bioartificiales que se ha abierto en Madrid. Es un reto para la ciencia y un halo de esperanza para quienes dependen de un trasplante. El hospital Gregorio Marañón alberga las nuevas instalaciones, donde se creará un banco de matrices para fabricar órganos para uso humano.
Tal y como describe Rafael Mantesanz, el director de la Organización Nacional de Trasplantes, estamos en el origen de "una vía revolucionaria" para generar corazones y para crear en un futuro hígados, páncreas o piel.
La técnica fue descubierta por Doris Taylor, la directora del Centro de Reparación Cardiaca de la Universidad de Minnesota y ya ha funcionado en animales pequeños. La investigadora ha conseguido regenerar el corazón de un ratón muerto y repoblarlo con células madre, obteniendo un nuevo órgano.
El proceso es algo parecido al reciclaje. Se eliminan todas las células del órgano con un "detergente", dejando sólo la estructura y a partir de ella se regenera uno nuevo con células madre procedentes de la grasa del paciente. De esta manera se evita el rechazo del receptor.
Según explica Francisco Fernández Avilés, el jefe del servicio de cardiología del hospital Gregorio Marañón, desde el mes de mayo ya se ha conseguido realizar en ocho corazones usando órganos que no podían ser reutilizados.
Ahora el objetivo a largo plazo es crear órganos completos, pero antes, fabricar fragmentos que puedan ser útiles para la investigación y para los pacientes que tienen alteraciones parciales del funcionamiento de un órgano y no necesitan sustituirlo entero.
La ministra de Ciencia, Innovación y Tecnología, Cristina Garmendia, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, han inaugurado estas instalaciones en las que se prevé que en cinco años se puedan crear órganos a la carta.