En las pasadas elecciones autonómicas más de 20.000 castellanos y leoneses se quedaron en blanco. No nos entiendan mal, queremos decir que votaron en blanco, acudieron a las urnas pero protestaron introduciendo un sobre con un papel blanco o simplemente un sobre vacío.
Una forma de protesta sobre la que cae una leyenda urbana: seguro que han escuchado alguna vez que si votas en blanco le das el voto al partido mayoritario. Una interpretación errónea, pero con algo de cierto. Para que lo entiendan mejor, el único beneficio que obtienen los partidos mayoritarios es que al contabilizarse este voto, el número de sufragios que necesita un partido pequeño para lograr representación es mayor.
Donde también hay bastante confusión es con el voto nulo. Se anula un sufragio cuando la papeleta está gravemente deteriorada o tiene cualquier marca o garabato. Estos votos no cuentan para nada. No se sabe si intencionados o por torpeza en Castilla y León en las últimas elecciones hubo más de 20.000 votos de este tipo.