El Ejército keniano ha entrado 100 kilómetros en territorio somalí para perseguir a las milicias de Al Shabaab, a las que se acusa del secuestro de dos cooperantes españolas el pasado jueves en el campo de refugiados de Dadaab, en un incidente del que los militares kenianos fueron informados con dos horas de retraso, lo que provocó un sentimiento de "frustración" en la cúpula del Ejército.
"Nuestras fuerzas se han desplegado en la frontera, donde se están siendo informadas de la situación mientras preparan su entrada en Somalia", declaró antes del inicio de la misión un oficial bajo condición de anonimato a la emisora Capital FM. "El objetivo principal es la expulsión de los rebeldes de Al Shabaab lejos de la frontera", añadió.
El Ejército keniano nunca confirma oficialmente estas incursiones, que suponen una violación de la soberanía territorial en Somalia. No obstante, estas operaciones transfronterizas son práctica habitual como medida de respuesta a la nueva ola de secuestros y ataques armados en Kenia que están perpetrando las milicias de Al Shabaab.
La milicia islamista, vinculada a Al Qaeda, intensificó el pasado mes de septiembre su campaña de secuestros de ciudadanos occidentales con el objeto de financiarse y contrarrestar así la caída de ingresos que ha supuesto su retirada de Mogadiscio.
LENTITUD DE RESPUESTA
Con todo, fuentes militares aseguran que el alto mando keniano se ha declarado "frustrado" por conocer el secuestro de las cooperantes españolas con dos horas de retraso, según informa el diario keniano 'The Standard'.
En respuesta a los últimos incidentes, el ministro de Defensa keniano, Yusuf Haji, informó ayer del envío de un contingente militar de refuerzo a la frontera con Somalia.
"Si somos atacados por el enemigo tenemos derecho a perseguirle", ha afirmado Haji en rueda de prensa desde Isiolo, en el centro de Kenia. "Estamos intentando echar a Al Shabaab lo más lejos posible de Kenia", ha asegurado.
Vecinos de las localidades de Liboi y Dadachabulla, en la frontera con Somalia, confirmaron en declaraciones a Reuters que llegaron el sábado a la región más de 20 camiones con militares y policías para reforzar la seguridad en los campamentos de refugiados. Dos aviones militares sobrevuelan la zona desde entonces.
Las autoridades kenianas trabaja con la hipótesis de que los secuestradores de las dos cooperantes de Médicos Sin Fronteras son miembros de la milicia islamista somalí Al Shabaab que habrían cruzado ilegalmente la frontera. Sin embargo, los islamistas han negado ser los responsables de esta acción, perpetrada el pasado jueves en el campamento de refugiados de Dadaab.