Disponer de dinero en efectivo en casa puede ser un reclamo para los ladrones. También pierde valor si lo guardamos durante demasiado tiempo debido a la inflación. Pero, sobre todo, y a pesar de que es una práctica totalmente legal, puede tener en alerta a la Agencia Tributaria.
Si Hacienda desconoce su origen puede creer que ese dinero viene de situaciones fraudulentas. Si no conseguimos demostrar de dónde procede el efectivo nos veremos obligados a tributar por él e incluso a hacer frente a posibles sanciones.
Pagar y cobrar en negro está asociado al dinero en efectivo y a ciertos sectores. Un fraude y una competencia desleal que además disminuye la contratación.