El sector de cría intensiva de pescado es uno de los que más ha crecido dentro del sector de la cría de ganado. Pero su principal problema es la disponibilidad de agua debido al cambio climático.
Un proyecto de la Fundación Biodiversa junto con la Universidad de Valladolid y ANFACO pretende buscar una solución. Y esa solución pasa por la concha de mejillón. Se trata de emplear los propios residuos que genera la industria piscícola para depurar las aguas residuales y así ahorrar en consumo de agua.
Y ¿cómo se consigue esto? Las conchas de mejillón se utilizan como sporte para inmovilizar microorganismos que serán los que traten las aguas residuales. "Sin añadir químicos, con una baja demanda energética, y ese agua tratada puede volver a utilizarse dentro del proceso de la cría intensiva de peces", explica Raúl Muñoz, uno de los investigadores del proyecto.
El proceso se basa en la biofiltración. El agua residual pasa a través de un lecho de conchas de mejillón. En ese proceso se eliminan el carbono, el hidrógeno y el fósforo del agua residual. Esto permite reciclar parte del agua.
Ahora mismo el proyecto se encuentra en la etapa experimental. Cuando se obtengan datos suficientes, el equipo de investigadores diseñará un prototipo que instalarán en una industria piscícola de Galicia. Si los resultados son óptimos no se descarta validar esta tecnología para ponerla en marcha en industrias agroalimentarias de mayor tamaño donde también existe el problema del agua.