En Castilla y León trabajan cerca de un millón de personas. A la mitad no les afectaría esta reducción de jornada a 37 horas y media. Se trata de los trabajadores a tiempo parcial, los funcionarios y los autónomos, que están en contra de la medida. A ellos se suman los 37.000 trabajadores de 14 convenios autonómicos que se han firmado este año. Han logrado jornadas por debajo de las 37 horas.
María Ángeles Fernández, Directora general de FOES, la organización empresarial de Soria, cree que "va a ver menos horas de trabajo, por lo tanto, menos productividad con el mismo coste, a nadie se le escapa que va a suponer un aumento de precios de los servicios".
Carlos Martín Tobalina, Viceconsejero de Economía y Competitividad, cree que "para la industria, con 4 puntos más de media de industria que el resto e España, nos puede afectar mucho a corto plazo". Los expertos de derecho laboral creen que será sencillo para las empresas más grandes. Pero perjudicará mucho a las pequeñas. "Asumir cualquier modificación que conlleva incrementar mayor número de plantilla lleva una carga económica, empresarial importante de salarios y seguridad social", ha dicho Luis Jiménez Arellano, experto en Derecho Laboral.
Si esta medida fructifica, España será el segundo país de Europa con la jornada laboral más corta.