En 2004 las entonces 6 cajas de ahorro de Castilla y León decidían unirse y crear Madrigal, una sociedad de inversiones que nacía para impulsar el desarrollo económico de la comunidad.
Desde entonces hasta hoy muchas cosas han cambiado, entre ellas el propio papel de las cajas. Una realidad a la que Madrigal aún no se ha adaptado y que podría suponer su desaparición definitiva.
Ocho años después de su nacimiento el futuro de Madrigal no puede ser más incierto. La sociedad de inversiones se enfrenta a un horizonte donde su objetivo inicial, fomentar el desarrollo empresarial de la comunidad, está totalmente en el aire.
En 2004, la presencia de las cajas en Madrigal se repartía de una forma muy distinta a la actual composición de este organismo, tras la reestructuración del sistema financiero.
Bankia, por ejemplo, se verá obligada por Europa a salir, un camino que también podrían seguir el resto de entidades. Esta posibilidad también preocupa en las empresas participadas; compañías de peso como Grupo Siro, Aciturri o El Árbol, en las que Madrigal está presente con participaciones directas o a través de préstamos.
Actualmente la sociedad de inversiones no tiene gerente y su consejo de administración no se reúne desde hace meses. Su convocatoria podría realizarse en los próximos días para principalmente redefinir su papel actual tras el cambio de modelo de cajas, que podría obligar a Madrigal a sobrevivir hasta vender sus participaciones empresariales.
Lo que sí está claro es que hoy las opciones parecen ser únicamente dos: adaptarse a la nueva coyuntura económica o desaparecer.