Está siendo un verano complicado para movernos por tren. Sobre todo en la mitad norte. Y sobre todo se debe a las obras de Chamartín, estación origen y destino de los trenes que pasan por Castilla y León, sumado a las cientos de incidencias de los nuevos trenes Talgo Avril. En concreto, 479 desde que empezaron a circular en mayo.
Muchos empezaron sus vacaciones con largas esperas a que llegara su tren. En julio, las imágenes de la estación desbordada de usuarios, se han sucedido en días consecutivos. Incluso hasta viajeros que se han quedado en un túnel sin luz y que han tenido que romper los cristales de la composición.
Sobre el número de afectados este verano, se desconoce el número exacto, porque Renfe no comparte esos datos por ser información sensible. Aunque se calcula que sean miles en los últimos meses. Por eso desde las asociaciones de usuarios reclaman más información y transparencia, así como explicaciones coherentes.
También mencionan, que más allá del día a día, el problema tiene trasfondo. "Madrid ha petado", reflexiona Carlos Perfecto, presidente de la Asociación de usuarios de alta velocidad de Castilla y León. A la vez, critica el modelo radial que parte de la capital española y que supone un colapso mayor cuando hay cualquier incidencia.
Situaciones que desde las plataformas esperan que se alivien con la llegada del otoño, la caída de la demanda de usuarios y el avance de las obras en la estación madrileña.
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