Por Castilla y León pasa uno de los dos corredores ferroviarios que hay para transportar personas y mercancías en España. Es el famoso corredor atlántico que se fomentó desde Europa y que tiene que estar acabado en once años, en el 2031. Todavía faltan muchas mejoras en las vías, sistemas de seguridad, pendientes en el terreno que corregir, etc. Desde la Junta siguen exigiendo al gobierno un plan director que tenga en cuenta a Castilla y León. 

El corredor atlántico se pensó para unir el oeste de Alemania, con Francia, España y Portugal; para que las mercancías circulen por esas líneas. Es el eje básico del trazado pero hay todavía que modernizar algunas vías. A partir del año que viene se podría recibir financiación europea, necesaria porque para que circulen trenes de la unión hay que: duplicar vías, mejorar los sistemas de seguridad, ampliar los gálibos (altura), que los trenes sean más largos, reforzar los puentes y la electrificación como en Salamanca.
 
Un desarollo pendiente que no va acorde con el volumen de tráfico de mercancías entre la Península y Europa: el cincuenta por ciento pasa por este corredor.