La explotación de trabajadores es una práctica frecuente en zonas agrícolas y ganaderas. "Si pensamos que en pleno siglo XXI la esclavitud ya no existe es que no estamos viendo la realidad." Son palabras del comisario de la brigada de Extranjería de Valladolid, José Nieto.
En lo que llevamos de año, solo en Valladolid, se han destapado dos casos "Estas personas han sido alojadas en sitios infrahumanos, donde ni los animales podrían estar", afirma Nieto. Es el ejemplo de la operación LAMB en Roales de Campos, Valladolid. Ocurrió en marzo y e identificó a tres inmigrantes en condiciones de semiesclavitud. "Muchas veces ellos mismos no se consideran víctimas o personas explotadas, consideran que es natural trabajar en esas condiciones", comenta.
El comisario también nos habla del síndrome de Estocolmo: "Las personas migrantes consideran que tienen que pagar una deuda a la persona que les da de comer, encima tienen que estar agradecidos" y concluye: "Esto ocurre tanto en estas explotaciones agrícolas o incluso en mitad de la ciudad".
CASOS DE TRATA
Según nos cuenta Nieto, lo más difícil es desmantelar una red de trata. "No solo hay que ver las condiciones en las que trabajan, también cómo han llegado hasta ahí", afirma.
Solo en 2020 la brigada de Extranjería de Valladolid realizó, al menos, media docena de operaciones.