Muamar Gaddafi ha intentado comprar su vida con oro. El dictador ha ofrecido parte de la reserva nacional de su país para obtener protección, según ha asegurado el director de su Banco Central.
Gadafi sigue en paradero desconocido mientras los rebeldes acaban con sus últimas bolsas de resistencia en Trípoli. Los sublevados han puesto precio a la captura del dictador.
Sólo queda alrededor de un 5% de Trípoli en manos de los hombres de Muammar Gaddafi. Los rebeldes aseguran que sólo les falta un barrio por conquistar en el centro de la ciudad.
Allí emanan columnas de humo, rodeadas de decenas de cadáveres de combatientes de ambos bandos.
Junto al barrio donde se ubica el enorme complejo residencial del dictador, los rebeldes han encontrado a unas 200 familias que empleaban como escudos humanos ante los ataques de la OTAN.
No han sido los únicos que han dejado de estar retenidos por las fuerzas de Gadafi. Esta mañana han sido liberados los cuatro periodistas italianos que fueron secuestrados este martes en Trípoli. Los rebeldes peinan la capital para acabar con los últimos reductos del dictador mientras se preparan para la que puede ser la batalla final: el asalto a Sirte, la ciudad natal de Gaddafi.