Juzgados de Nicolás Salmerón, Valladolid. Once menos veinte de la mañana. El ministro de justicia llega a su primera parada del día. Le espera el delegado del Gobierno, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y miembros de la judicatoría regional. Del alcalde de la ciudad, ni rastro.
Ayuntamiento de Valladolid, Salón de Recepciones. Once y media de la mañana. Javier León de la Riva recibe a la Secretaria de Estado de Cooperación Internacional. Firman un convenio de colaboración para la Seminci. Al parecer, un tema más importante que reunirse con Francisco Caamaño.
Sede regional del PSOE. Doce y diez de la mañana. El Ministro de Justicia se reúne con el Secretario General de los socialistas. Acto de partido, también al parecer, de mayor trascendencia que reunirse con el alcalde de la ciudad.
Al final, por unos y por otros, el encuentro ni ha sido posible esta mañana ni lo será a lo largo del día. A pesar de la cercanía de todos los actos, ni alcalde ni ministro han echado su brazo a torcer, aunque como siempre, varía la diplomacia al hablar del tema .
Es la crónica de un desencuentro absurdo con la excusa de un invitado a la visita no elegido, el líder de la oposición en el consistorio vallisoletano. Y mientras, la parcela donde se ubicará la Ciudad de la Justicia se quedaba así: vacía. Visita anulada y oportunidad perdida para agilizar un proyecto que ya va con retraso.